El partido que había que ganar. Gimnasia lo perdió. Un rival directo: Talleres. Ya cualquier equipo medio pelo se le anima al Lobo en el Bosque. Y le gana. Así, este equipito de Orfila ya lleva 5 derrotas en 7 partidos jugados en 60 y 118. Inviable todo.
Al minuto ya Talleres se puso en ventaja. Lo empató Merlini rápidamente y, después, el encuentro fue de trámite parejo. Pero Gimnasia nunca pudo controlar el pleito.
Orfila, ese DT del montón para abajo que llegó al Lobo sin ningún pergamino valioso, buscó alternativas en el banco. No las encontró. También es cierto que algunas cosas le exceden: Briasco se perdió el segundo de manera insólita, mano a mano con Herrera.
Más allá de todo lo que se pueda decir, la realidad es clara: los jugadores, en general, son malos. Los trajo la CD irresponsable e incapaz que encabeza Mariano Cowen. No hay jerarquía, y esa escasez no se suple con estrategia ni táctica, porque el cuerpo técnico es de B Nacional. No hay nada.
Así, el Lobo lo perdió en la última. La defensa es un flan. Adelante, cuesta y mucho. En el medio, Max y Merlini hacen lo que pueden. Listo. Ya está. ¿Dónde está el fondo?
Gimnasia se complicó solito y está otra vez en el barro. En las próximas 4 fechas se definirán los descensos. Cada punto será oro. El domingo, el clásico. Orfila dijo que tiene el apoyo de los dirigentes. Será a todo o nada en 1 y 57.
Agustín Colianni