Gimnasia terminó pidiendo la hora en el Bosque con un tipo más. Sudó la gota gorda para abrochar tres puntos vitales ante Atlético Tucumán en el Bosque, pero cumplió con el objetivo primario: volver al triunfo. Y Orfila lo explicó bien en conferencia de prensa: “No tuvimos la inteligencia necesaria para manejar la pelota en el segundo tiempo”, dijo.
En el primero sí, el Lobo fue superior a su rival. Y más cuando a los 26 minutos el poco lúcido Leandro Díaz se hizo echar por un trompazo a Suso. El ex Estudiantes se retiró haciendo señas a la tribuna: no aprende más.
Lo cierto es que Gimnasia fue de mayor a menor. Explotó las bandas y así llegó el gol del partido: centrazo de Merlo y Panaro la mandó a la red. Antes, el DT había mandado a la cancha a Merlini para ganar en dinámica ofensiva. Orfila olfateó bien y acertó en las variantes, pero hay cosas que le exceden. Por eso, el Lobo comenzó a retroceder ante un rival que avanzaba con pocas ideas. Lo tuvo Gimnasia de contra, pero fallaron Panaro y Lomónaco.
A la falta de iluminación del estadio se les sumaron las pocas luces del equipo tripero para cerrar un partido que tenía a su merced. Esa falla deberá corregirse de cara a lo que viene. Mientras tanto, Gimnasia se metió tres puntos de oro en el bolsillo que le sirven para escaparse un poco más de la zona más baja. A seguir.