Gimnasia fue a no perder al Bajo Flores y consiguió su objetivo. Es poco, sí, pero evitar la derrota era algo clave para el endeble equipo que conduce Alejandro Orfila.
El Lobo se plantó bien de entrada y propuso un partido de igual a igual, pero con el correr de los minutos San Lorenzo lo fue empujando cada vez más para el área de Insfrán.
Hay dos datos positivos. Uno: no se perdió. Dos: el equipo mostró una leve mejoría con respecto al rendimiento de la primera fecha.
El Mono salvó las papas en momentos clave y también hubo algo de fortuna para el Tripero, cuando Reali estrelló la bocha en el travesaño.
Lo mejor de Gimnasia se vio a cuentagotas, con aproximaciones de Jeremías Merlo, algunos destellos de Alan Sosa y no mucho más. Zalazar convirtió un golazo sobre el final del primer tiempo, pero fue anulado por leve posición adelantada.
En síntesis, Gimnasia se defendió más o menos bien y consiguió un punto valioso como visitante. Eso sí, deberá potenciar esa unidad con una victoria ante Independiente en casa el próximo domingo.
La principal preocupación pasa por la falta de gol. Ni Mammini el otro día, ni Briasco hoy, pudieron gravitar con fuerza en ataque. Orfila deberá buscar soluciones en la zona ofensiva, como sea.