Ya no hay palabras para describir esta situación. Gimnasia fue hasta San Nicolás y quedó eliminado de la Copa Argentina ante Central Córdoba de Rosario, equipo que milita en la Primera C.
El Lobo no pudo imponerse en los 90 minutos pese a haberse puesto en ventaja con un gol de Merlini promediando el segundo tiempo. Es que, a dos del final, el rival lo empató con un gol que era offside de acá a la luna (el línea, bien gracias) y forzó la tanda de penales. Allí fallaron Castillo y Piedrahita. Insfrán atajó uno. Listo: game over.
De los jugadores se salvan pocos: el arquero, el pibe Di Biasi, Pintado y alguno que otro más. Urge una renovación y una limpieza profunda en el plantel.
Tras la derrota, Flores se reunió con Cowen, Messera y Gauna y fue despedido. Otro fusible que salta en cuestión de meses.
Gimnasia tendrá varias semanas para empezar a enderezar un barco que va directo a reventarse contra el iceberg del descenso. Última llamada: traigan un técnico que sepa de qué va esto y armen un equipo competitivo para escaparle a la zona de abajo. Nada de caprichos de tipos que nada saben de la pelota y que creen que Gimnasia es el PC Fútbol. Nada de pretemporadas vacías ni refuerzos de cabotaje. Poco y bueno. Mechar con pibes. Líderes negativos, chau. Hagan lo que hay que hacer y salven al Lobo de este desastre.
Agustín Colianni