Los uruguayos con la azul y blanca han dejado grandes actuaciones además de generar ese cariño que se basa en la entrega y el sacrificio.
Delanteros, goleadores, uruguayos. Gonzalo Vargas. El Turbo hizo del 2005 el mejor torneo de su carrera y lo llevó a Gimnasia al borde de conseguir el tan ansiado campeonato que se escapó por nada. Un atacante que las peleaba todas y que además se metió en la memoria del triperío por haber estado en uno de los mejores equipos albiazules. Y si hablamos de números 9, emerge al instante el nombre de Diego Tornado Alonso, autor de goles importantes en el Lobo, incluso en la histórica remontada del 3 a 0 frente a Rafaela en el Bosque por la Promoción.
Los uruguayos dejaron marca. Cómo no nombrar al Topo Guillermo Sanguinetti, participe de una época grande en la historia gimnasista. El lateral que hasta le marcó dos goles al clásico rival en el 2003, que Gimnasia ganó por 4 a 2 y quedó marcado a fuego por el recordado "abandono". El Topo fue un estandarte de la defensa tripera en épocas de Carlos Griguol, y con 383 partidos es el segundo jugador que más veces vistió la camiseta albiazul (el primero es Jorge San Esteban).
El actual número cinco del equipo de Troglio, con garra, corazón y personalidad, también se ha ganado un lugar importante. El mediocampista central bien de marca se metió en el corazón del hincha y logró el ascenso en 2013 siendo uno de los estandartes del equipo. Hoy es un jugador que siempre cosecha aplausos y que parece que hubiera estado muchos años jugando en el Club.
Tornado, terremoto, Uruguay... y José Perdomo: jugador charrúa que marcó el histórico gol en 1 y 57 en el año 1992 y que hizo temblar la tierra. El mediocampista metió un golazo de tiro libre, que además de darle el uno a cero definitivo a Gimnasia, generó un movimiento sísmico comprobado y a causa del festejo de los hinchas mens sana.
Desde los laterales de Adinolfi a la gambeta de Choy, y hasta los goles de Hugo Romeo Guerra, Gimnasia tiene una ligazón indudable con los jugadores charrúas. El "URUGUAYO, URUGUAYO" es un canto casi de batalla en el Bosque, y en muchas épocas de la vida del Lobo.
Hoy, una vez más, con un Álvaro Fernández de gran calidad que apareció y se metió indudablemente en el equipo de Troglio, los hinchas triperos comienzan a seguir de cerca y con buenos ojos al uruguayo, que seguramente les seguirá respondiendo grandes satisfacciones.
