Gimnasia hizo un partido inteligente ante Talleres en el Mario Alberto Kempes y se trajo tres puntos en el bolsillo que le sirven para meterse otra vez en la disputa por la clasificación a la Copa Sudamericana. Mauricio Romero de cabeza, al inicio del segundo tiempo, le dio la victoria al Lobo, que respira tras una semana complicada.
Nobleza obliga: fue muy bueno lo del Lobo en Córdoba. Después de una semana difícil tras la eliminación inconcebible de la Copa Argentina ante Defensores de Villa Ramallo, Gimnasia se recuperó y se trajo tres puntos que valen oro del Mario Alberto Kempes, tras vencer 1 a 0 al duro Talleres.
No pasó demasiado en las áreas. Fue un partido muy disputado, con el local manejando la pelota y con el equipo de Martini y Messera esperando algunos metros atrás aunque sin rifar la pelota cuando la tuvo en los pies.
Gimnasia fue inteligente. Aprovechó sus momentos y logró hallar algunos espacios en la defensa de la T. Así, generó algunas situaciones de riesgo importantes. ¿Las más claras? Dos disparos de Brahian Alemán, que otra vez se puso el traje de conductor y fue figura. Una vez en cada tiempo, el uruguayo anduvo cerca de convertir de larga distancia. En la primera, Herrera la sacó en forma espectacular por arriba; en la segunda, el palo izquierdo del arquero de Talleres ahogó el grito de gol.
Antes, en pelota parada, también Alemán le había puesto un centro certero en la cabeza a Mauricio Romero, que solamente tuvo que desviarla para mandarla adentro. Fue el único gol den encuentro. Y Gimnasia, que a esa altura había equilibrado temas de posesión del balón, se aferró, minutos a minuto, a una victoria importantísima.
Es cierto: el Tripero no la pasó nada bien en el último tramo del encuentro. Talleres, con pocas ideas pero bastante ímpetu, acorraló al Lobo, que pudo salir airoso y cantar victoria.
Así, Gimnasia se posicionó a la expectativa, otra vez, en lo que concierne al objetivo de la Copa Sudamericana. Es que, con la derrota de Rosario Central ante Banfield, el Lobo quedó a dos puntos de alcanzar puestos de clasificación. Quedan dos partidos y habrá que dar todo para lograrlo y termina la temporada con una sonrisa.
