Editorial de Letra G sobre el contexto tripero. Un contexto preocupante que puede devenir en un concurso mal abordado y un futuro futbolístico en caída libre.
Gimnasia atraviesa su peor momento deportivo e institucional en una década. Un club concursado, con promedios bajos en primera y en reserva, con las juveniles atravesadas por las internas con los pibes, patrimonios en venta como Estancia Chica y obras que no se terminan como la platea Néstor Basile, son algunos de los puntos más preocupantes en este contexto.
Lo más opositores dicen que marketinear “manada” es el paso previo a llegar a conformarse como Sociedad Anónima. Argumentan que se están tomando todas las decisiones posibles para vaciar al club.
Chirola, Lobos y Rinaudo son algunas de las víctimas de esta gestión, que también barre las referencias identitarias. A cambio, trae jugadores lesionados o desconocidos en grandes cantidades con contratos altos, con bajos niveles y con presentaciones que imitan prácticas de multinacionales estadunidenses. Lejos quedaron las palabras de Timoteo Griguol cuando decía que si venían caras nuevas, que sean pocas y de buen nivel.
Hay que decir que hay avances en el club como el buen trabajo que hacen las áreas de cultura y género. Son cuestiones positivas como las creaciones de áreas deportivas para mujeres como el fútbol 11 –Quienes deben jugar en el bosque- y futsal. Las chicas de hockey lograron su sueño del lugar propio aunque el aporte mayoritario fue de un socio.
Por otro lado, se observan cuotas elevadas para los socios en un contexto de crisis económica para el ciudadano común. Tal es así como la pileta de verano, donde escasea la información accesible y el objetivo de un jardín de estadio poblado está lejos. Ni hablar la posibilidad de resignificar Estancia Chica y volver a esas convocatorias familiares multitudinarias.
Gimnasia volvió a 2009 en lo futbolístico, cuando se veía que el descenso era un horizonte posible. Se cortó un proyecto a largo plazo de raíz, y luego de otra magra experiencia se apostó a la cara salvadora como manotazo de ahogado, sin recursos posibles. Aun así, lo más preocupante de Gimnasia es el concurso, porque su columna vertebral pende de un hilo con información poco clara, como sucedió con la venta de gran parte de Estancia Chica. El panorama puede ser desolador.
