Gimnasia cayó 71-55 ante Deportivo Viedma, cayó 3-2 en la serie de cuartos de final y culminó su participación en el Torneo Nacional de Ascenso. De esta manera, el conjunto de César Adriani cerró una temporada muy valiosa y meritoria.
La historia no iba a ser sencilla y eso se ratificó en el parquet. Pese a los esfuerzos realizados, el Lobo se quedó sin resto en el último cuarto y Viedma, ajustando su defensa, pudo quedarse con una victoria (71-55) que le permitió acceder a las semifinales de la Conferencia Sur.
El elenco de César Adriani llegó donde pocos creían, hizo del Polideportivo una fortaleza y, con errores o aciertos, nunca perdió su esencia. Un grupo consolidado, con una idea que se mantiene hace varios años y la responsabilidad de dejar el nombre de Gimnasia en lo más alto del segundo escalón nacional.
A partir de ahora llegará el momento de sacar conclusiones y analizar una temporada que tuvo altibajos pero con un equipo que jamás perdió la línea, más allá de algunas dificultades con respecto a las lesiones. Gimnasia volvió para quedarse, consolidar una idea y hacer crecer la ilusión.
